Todos hemos experimentado una primera vez. Quizás el mayor ejemplo de ello, es nuestra primera caída.
Tenemos luego un primer amor, un primer beso y una primera decepción. Odiamos después de esto, tener una primera vez. Y es que esa palabra al parecer significa el no tener experiencia en algo, y por lo tanto ser más susceptible a cometer errores. Con el tiempo te das cuenta de que esos errores tienen sentido, le dan sentido a tus pasos y a tus pensamientos. Llegas a tal punto de que te comienzas a encariñar con tus experiencias, comienzas a sentir afecto por la adrenalina que trae consigo el hacer algo nuevo. El más vivo ejemplo: Las relaciones. Nunca tendrás suficiente experiencia para tener un relación, déjame decirte que todos los días descubrirás algo nuevo en ella. ¿y sabes qué? Es una primera vez. Y entonces te preguntas, ¿qué hago para llevar esta relación? ¿Cómo puedo hacerlo/la feliz? Comienzas a vivir para que hasta tus errores, hagan feliz a la otra persona a la cual amas. Millones de endorfinas son desatadas, comienzas a sentirte feliz pero también el miedo llega a invadirte. ¿Recuerdas la primera vez que sentiste miedo, cuando querías decirle a esa persona que la querías? Es fascinante encontrarse en esa situación. Claro, es fascinante después de habérselo dicho y que haya correspondido a tu sentimiento de la misma manera. Pero no es fascinante cuando te expresa que no se siente igual que tú. Allí es cuando entonces le tienes miedo a esa primera vez, y se convierten en ondas que van rondando y rodando por lo largo del tiempo en tu vida. Hasta que llegue alguien que se enamore de esas ondas y las tome para sí.
No todas las primeras veces son buenas y agradables, de ellas decides, si seguir intentando mejorar cada primera vez o reprimirte hasta más no poder. ¿lo intentamos, o morimos en el intento? No es un secreto eso que lo desconocido se hace temeroso, nos fallan y nos traicionan los nervios en millones de ocasiones, la primera y más común de ellas, es cuando desconocemos algo y debemos conocerlo, adivina cómo; por primera vez. Una primera sensación, un primer suspiro y hasta un primer: "Ay! No sabía que esto sería tan difícil!" Sí, es que no sabemos al principio cómo serán las cosas. Por ejemplo: El primer empleo. Nada como estar ansioso por empezar a hacer algo que no sabes si eres o no bueno para ello, pero que si no lo intentas, nunca lo sabrás. Por lo tanto, hay que luchar por ésa primera vez y no morí en el intento. No hay escapatoria, no existe el "no lo haré" ni el "no podré hacerlo" ¿Si no tuvieras miedo, qué harías?
No todas las primeras veces son buenas y agradables, de ellas decides, si seguir intentando mejorar cada primera vez o reprimirte hasta más no poder. ¿lo intentamos, o morimos en el intento? No es un secreto eso que lo desconocido se hace temeroso, nos fallan y nos traicionan los nervios en millones de ocasiones, la primera y más común de ellas, es cuando desconocemos algo y debemos conocerlo, adivina cómo; por primera vez. Una primera sensación, un primer suspiro y hasta un primer: "Ay! No sabía que esto sería tan difícil!" Sí, es que no sabemos al principio cómo serán las cosas. Por ejemplo: El primer empleo. Nada como estar ansioso por empezar a hacer algo que no sabes si eres o no bueno para ello, pero que si no lo intentas, nunca lo sabrás. Por lo tanto, hay que luchar por ésa primera vez y no morí en el intento. No hay escapatoria, no existe el "no lo haré" ni el "no podré hacerlo" ¿Si no tuvieras miedo, qué harías?
Decide, intentalo y no mueras en tu primera vez.
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